domingo, 13 de enero de 2013

 Una investigación permite obtener energía renovable de la cáscara del arroz.

El estudio revela que los residuos forestales evitarían la emisión de 240.000 toneladas de dióxido de carbono.



La Generalitat Valenciana, a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, ha respaldado una investigación que permitiría a la Comunidad evitar la emisión de más de 240.000 toneladas de dióxido de carbono utilizando el valor energético que se deriva de residuos forestales y agrícolas, procedentes del pino y la cáscara del arroz, respectivamente.

La investigación, denominada Biomer, es fruto de la colaboración entre el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima) y ha contado con financiación de la Generalitat y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Unión Europea, según informó ayer el Consell.
La Comunidad genera anualmente más de 23.000 toneladas de cáscara de arroz y podría extraer hasta 343.564 toneladas de biomasa residual forestal. A partir de este potencial, ambos centros tecnológicos han obtenido como resultado de los ensayos un poder calorífico conjunto de ambos residuos de 35.027 J/g (julios/gramo) que permitiría alcanzar un valor energético de 1.926,42 GWh (gigawatios/hora) eléctricos anuales, suficiente para cubrir las necesidades de consumo eléctrico de una ciudad como Alicante.
Para lograr estos resultados, los investigadores han realizado un análisis de tecnologías de conversión energética.


cadiz.tecnico@fnenergia.com.es